jueves, 15 de octubre de 2009

Cajón de sastre bonaerense



Casi nos estamos yendo. El sábado será Iberia quien tenga la gentileza de devolvernos a casa, un poquito cambiados, eso sí, como después de cualquier viaje si se ha disfrutado en profundidad de él.

Revisando el desordenado álbum de fotos de la memoria, quedan postales sin enviar.

Chovet, un domingo por la tarde, actuando sobre un remolque para todo el pueblo, saliendo de allí casi a hombros. Horas después, despidiéndonos de Lidia y Héctor De Gregorio, sabiéndonos ya parte de la familia.

Y de nuevo Buenos Aires. Recoleta y su cementerio, repleto de suntuosos mausoleos. El MALBA (Museo de Arte Latinoamericano), donde nos asomamos a la obra de Diego Rivera, Frida Kalho y, sobre todo, el fantástico Antonio Berni (todo un descubrimiento). El jardín japonés, esa ventanita a otro rincón del mundo en medio de esta gran urbe. El monumento a la flor...

La clasificación de Argentina para el mundial de Sudáfrica, en la agradable compañía de Darío y sus amigos, asadito de entraña de por medio y vino de uva Malbec. El gol en los últimos compases, el grito, el estallido, en un salón con proyector. La noche que se nos vino en aquella terraza del pasaje San Lorenzo tras la última payasada de Maradona ante los medios...

Puerto Madero, con sus barcos, diques y el puente de Calatrava (conocido como puente de la Mujer). Y más allá, la reserva natural de la Costanera Sur, cuyo paseo te lleva hasta las aguas del Río de la Plata entre un sin fin de especies vegetales en sus lagunas. Retiro, la Torre de los Ingleses, Parque de San Martín, las peatonales, los colectivos en hora punta, las avenidas de nueve y diez carriles...

Son todas postales de esta ciudad frenética, a la que pronto miraremos con nostalgia tanguera. Son sólo una muestra, los negativos latentes de unos días vividos segundo a segundo.

Las madres de mayo

Caminan en círculo,
grave y pesado.
De cuerpo entero,
de sentir amputado.

Curvo el espinazo,
el monumento rodeando.
Sobrevivir del vientre al hijo,
en recuerdo pañuelos blancos.

La plaza es un reloj,
ellas su manecilla.
Dan cuerda a la memoria
los jueves a mediodía.

Frente a la casa de gobierno,
las mujeres no olvidan
y dejan al descubierto
las vergüenzas de su Argentina.

Dedicado a las madres de la plaza de mayo, que cada jueves siguen dando vueltas en círculo, en memoria de los hijos desaparecidos en la dictadura, cuya búsqueda siguen reclamando.
Estuve allí, y lo pinté con versos. Y en una hoja arrancada de un block, le dí el poema a una de ellas, quien, tras leerlo en voz alta, me correspondió con un beso y abrazo.

Buenos Aires, 15 de octubre de 2009.

martes, 13 de octubre de 2009

El día de la raza




12 de octubre. Día de la Hispanidad, conocido aquí como el día de la raza. Fecha en que los españoles llegaron al continente americano. Descubrimiento, lo llaman los libros de historia. Invasión, lo consideran los descendientes de las civilizaciones milenarias que casi desaparecieron en nombre la verdadera fe. Saqueo, genocidio... pero claro, había que evangelizar a esos pobres salvajes, dotarlos de alma...




De nuevo, se da la casualidad de estar en el lugar idóneo en el momento justo. Frente al Congreso (monumental edificio de corte neoclásico), una especie de mercadillo adjunto a un escenario. Desde mediodía estamos aquí, cercanos al puesto en el que Sach'a vende platos típicos de cocina andina. Tamales de carne, api, pastel de Quinua...


Se ven numerosas Wiphalas, esto es, emblema de la Confederación Tawantinsuyu (las cuatro regiones del sol, mal llamado imperio Inca) que representa desde hace 5517 años a los pueblos desde el sur de Colombia y Ecuador al norte de Argentina y Chile. Se trata del contrafestejo de este día, la reivindicación de diferentes identidades culturales ignoradas y reprimidas durante siglos de colonialismo occidental.





La Wiphala contiene los siete colores del arco iris, ordenados en filas diagonales de siete cuadrados cada una. Este símbolo es sagrado. Su simbología encierra toda una filosofía, en buena parte desconocida, en la que la tierra (Pachamama) sería la madre y el sol (Inti) el padre. Cuatro de sus colores representan los puntos cardinales de las regiones. También encierran en ellos los distintos elementos de la naturaleza y contiene la Chakana, renombrada después por los conquistadores como la constelación de la Cruz del Sur. En la mayoría de ellas, la diagonal central es blanca, pues es el color que representa a los pueblos del sur de la confederación, los situados de Cuzco hacia abajo (el Qollasuyu): el norte de Argentina.

Al cabo de unas horas bajo el espléndido sol de este día, escuchando coplas, tonadas del norte y otros cánticos folklóricos, empezamos a movernos. Arranca la marcha. Invadimos el asfalto por Callao hasta Corrientes. Imagínenselo. ¿Qué demonios hacen dos gallegos en medio de una movilización que tiene cortada al tráfico calle Corrientes, y va rumbo al obelisco de 9 de Julio? A los pocos minutos ya coreamos los cánticos. "En la falda de aquel cerro tengo mi pueblito, milenario y misterioso llamado Italaqué". "5 siglos resistiendo, 5 siglos de coraje, van teniendo siempre la esencia. Y es tu esencia y es semilla y está dentro nuestro por siempre. Se hace vida con el SOL, y en la Pachamama florece." Toda la barra de Sikuris con sus bombos y flautas de pan a nuestra espalda. El cuerpo se inquieta y acompaña rítmicamente su caminar bailón. Un delirio.


Estuvimos ahí, como podíamos haber estado en otro lugar. Elegimos bien, y eso que el concierto de los Fabulosos Cádillacs era muy tentador. Sentimos y conocimos. Tocamos un poquito la raíz. Por momentos nos sentimos cóndor, acostumbrados a ser águilas.


Terminamos esta publicación recomendando un vídeo muy interesante, realizado por Chaski Producciones, para quien esté interesado en iniciarse un poco en el tema del que venimos hablando: http://www.youtube.com/watch?v=SjS6J+2fct8 y http://www.youtube.com/watch?v=LQx7c6360-U

Desandando el camino


Minuto 45 del segundo tiempo. Llueve a cántaros en la cancha deRiver. Jugada de Perú... y gol. Argentina está prácticamente fuera del mundial 2010. Tiempo de descuento. El árbitro debía haber pitado ya el final. Corner a favor de Argentina. Centran el balón, lo tocan varios jugadores... ¡Gol de Martín Palermo! Maradona sale del banco y se tira en plancha, deslizando sobre la hierba mojada. Todo el equipo abraza al ariete bostero. Pitido final. La albiceleste sigue viva. El miércoles espera Uruguay. Emoción. Maradona se abraza con Palermo, quien a sus 35 se ha convertido en la salvación de un DT (director técnico, vamos, un entrenador) muy cuestionado en un país que siempre lo idolatró como jugador. El delantero de Boca alcanza la categoría de héroe nacional. Sin duda su abrazo con Diego será portada de más de un diario mañana...

(nota: como se puede observar, la publicación de esta nota es en diferido, ya que no hemos podido acceder a internet antes)

Y afuera en la calle llueve. Qué demonios, jarrea. Tormenta de granizo aquí en provincia de Córdoba. Vamos recogiendo nuestros enseres, pues esta noche toca de nuevo viaje en coche-cama. Destino: Chovet, vía Rosario. Comenzamos a desandar nuestros pasos rumbo a Buenos Aires, etapa final antes del regreso a España en una semana.

El agua resalta lo agreste de la noche en Cabana, lugar donde hemos residido estos días, gracias al amor incondicional de la Flaca Mauvesín y Jámila. Personas que hacen lindos los lugares. Tal vez sea ese el epitafio a estos bonitos días en Córdoba.

Momentos con nombre propio. Podríamos comenzar por Adri, quien nos abrió las puertas y nos guió hasta la sorprendente capilla Buffo. También podríamos extender el recordatorio a l@s amigos y vecin@s de Cabana, que de cuando en cuando se dejaron caer por casa (Grinchu, Sandra...), nos arroparon en el concierto del Recodo del Sol (ese precioso lugar regentado por Marta y Leandro) y nos invitaron a degustar alguna delicia culinaria (Bárbara) este sábado caluroso en que la selección salvó los muebles.

No podemos dejar a un lado a Leti, Ana, Pablo, Bea y el resto de familiares de María, con los que compartimos un té y una picada durante su reunión semanal de los martes, en torno a su abuelo centenario. Otro elenco importante sería el conformado por unos duendecillos incondicionales (Barby, Fer, Noe, Ivy Lau) que también nos colmaron de atenciones, nos mostraron la ciudad y corrieron la voz para que nuestras canciones fueran el canto de un Gallo Negro en Alta Gracia. Qué corral tan bonito, Natalia.

Por lo demás, decir que fueron días de sol, campo, peatonales llenas, cómicos en la plaza San Martín de turno (ésta frente al Cabildo), fotografías en el paseo del Buen Pastor y en la residencia del Ché en Alta Gracia...

A punto de cerrar la cremallera de la mochila, la dulce voz de Grinchu hace más tenue la luz del salón, todos a su alrededor, hipnotizados con su Nana y Tucumáname la vida. Salgamos de puntillas, chicos, no se rompa el hechizo.

jueves, 8 de octubre de 2009

La Fabulosa historia de Guido Buffo

LA FABULOSA HISTORIA DE GUIDO BUFFO

Érase una vez un italiano llamado Guido Buffo que se vino a vivir a las lejanas tierras de la Argentina, allá por la primera mitad del siglo XX.


Guido era una especie de hombre renacentista, una suerte de Leonardo Da Vinci contemporáneo. Artista y científico, cultivó varias disciplinas: música, pintura, geología, astronomía... Durante años, el gobierno peronista subvencionó su trabajo. No cayó aquí por casualidad. Cabana (cerca de Unquillo) parece ser conocido por su potencial energético.


Guido tuvo mujer y una hija, con las que compartió años muy felices de su vida. Sin embargo, tuvo la desgracia de perder a ambas a causa de la tuberculosis. A raíz de este trágico suceso, Guido decidió emplear sus amplios conocimientos multidisciplinares en homenajear a sus seres queridos. De este modo, se volcó en la construcción de una orginal capilla, un templo de amor, cuya visita se convierte en un testimonio fabuloso de su humanismo.


Guido fue un hombre de aquellos a los que se le antojan flexibles los límites entre todas las cosas. Fe y ciencia; religión o religiones; creencia o evolución. Y así lo muestra en cada uno de los detalles de la capilla anexa a su casa, que se conserva como casa museo ya que, todavía en vida, la donara al gobierno provincial de Córdoba. De entrada llama la atención que en la fachada de su casa haya diseñado un reloj-calendario azteca (de herencia maya) tan sólo a unos metros de la capilla, de carácter católico. Pero es dentro de ésta donde su amplitud de miras llega al extremo. La capilla imita la forma de una flor llamada Cardo Santo, y tiene una acústica fuera de lo normal. Prueba de ello es que nos colocamos dos personas de cara a la pared en las esquinas opuestas formadas por los arcos de la estructura, y tan sólo susurrando somos capaces de comunicarnos perfectamente, haciendo el recoveco de la pared las veces de sorprendente amplificador. Y no queda ahí. En el centro de la nave hay un péndulo de Foucalt (que constata el movimiento rotario de la tierra), y si se camina en círculo en torno a él, se produce una sensación auditiva jamás experimentada. Cada pequeño sonido o ruido producido por uno mismo, se amplifica de tal modo que es imposible distinguir su origen, teniendo la sensación de que llega de todos lados a la vez. Con arrastrar lo más suavemente posible la suela del zapato por el suelo, obtenemos en el oído una recepción del sonido mayor que si lo tuviéramos pegado al suelo.


El altar mezcla elementos judíos y cristianos, y en el fresco de las paredes y bóveda podemos observar representada la creación. Una enorme mano de la que emana el polvo cósmico y un sin fin de burbujas que encierran las distintas especies naturales, al más puro estilo darwiniano, con elementos minerales en relieve. En los laterales, su mujer y su hija representadas en el cielo, con poemas en su honor. Otro elemento que llama la atención, por lo avanzado para el ortodoxo carácter de la iglesia de su época, es el hecho de que sólo haya representadas mujeres. Se trata de un cielo, un universo, una creación... de índole femenina. Un homenaje al amor y a la maternidad.


El acceso a la capilla se hace a través de treinta y cinco escalones, tantos como años vivió Buffo con su mujer, y en el suelo de la misma, que representa la entrada en el cielo, una representación del firmamento tal cual podía observarse la noche en que falleció su hija.

Guido Buffó terminó sus días cuadrapléjico y maltratado por la dictadura. Un ejemplo más de cómo el poder sepulta el conocimiento, y de cómo el autoritarismo sólo se sostiene vaciando las mentes del pueblo, promoviendo el pensamiento único, y aislando a los grandes humanistas que, de cuando en cuando, este mundo incomprensible tiene el privilegio de dar cobijo.


(Visita a la Capilla Buffo en Cabana, martes 6 de octubre de 2009)
pd: en breve adjuntaremos fotos y actualizaremos el periplo cordobés.

lunes, 5 de octubre de 2009


ATARDECER EN CHOVET (viernes 2 de octubre de 2009)
El sol es una ficha,
una moneda de oro
introducida en las entrañas
de la tierra
por alguna mano divina
para darle cuerda
durante la noche
y cobrarse el cambio
con las primeras luces del alba.

LA LLEGADA DEL PC
Los dos absortos frente al monitor
mientras el icono de un documento
vuela de una carpeta a otra.
Ambos rondan los sesenta.
Cerca de cuarenta
viviendo en esta casa,
cultivando y criando ganado.
Y hoy, de repente,
llegó un joven inquilino:
la computadora.

CLUB SAN MARTÍN DE CHOVET

Nos bajamos del auto y entramos en la sede social del club deportivo en el que David de Gregorio jugó al fútbol durante su infancia y su adolescencia. Nos recibe Pelusa, el vetusto anfitrión del lugar. Comenzamos a conocer a la muchachada: Chelo (que desde el comienzo de la velada nos tiene a cuerpo de rey), Falasquito (que va y viene descargando el equipo de sonido); Manzana (el antiguo DT, o entrenador, en la época de David) y Velázquez (cocinero del lugar y primer compañero de batallas musicales del enano en Contragolpe). Todos encantadores hasta decir basta.
La gente va llegando.El primer pase lo haremos tras la cena, cuando todavía está a medio aforo la parte del salón de actos habilitada para esta cena-show.
Tras el descanso, al que llegamos en escalada, haciendo un recorrido por temas tranquilitos pero subiendo la intensidad hasta tocar El Tambor, se viene el estallido, que diría la Bersuit. Ha llegado toda la pibada. Jóvenes y no tanto. Todos los amigos y conocidos de infancia y adolescencia de David. Entre ellos, varios que participarán también en el show de modo improvisado: el Chileno (con el que David interpreta el más famoso de los hits de su antigua orquesta Maravedi, de cumbia y cuarteto) y Chabón (que se canta una de Fito). Nosotros hace ya rato que nos vinimos arriba, arrancando palmas de las manos chovetenses y algún que otro coro multitudinario de sus gargantas. Es emocionante ver a buena parte del pueblo volcado con el pibe que marchó para la Europa y que ahora regresa trayendo consigo a unos cuantos gallegos. Tangos, Chacareras... y cuando la ola ya es imparable, repetimos el tambor, la canción que sabe a esta tierra y que nos hace alcanzar el clímax de la actuación cuando dice con la garganta en la cancha, cuando la hinchada se ensancha, para gritar ese gol!
D
el resto de la noche, comentar que no dejamos de ser agasajados en ningún momento hasta llegado el alba, cuando dijimos hasta pronto a este gentío hospitalario que espera nuestro regreso el domingo 11, cuando actuaremos en plena plaza del pueblo.

NEWELLS OLD BOYS
D
ebería ser algo obligatorio. Si los feligreses mahometanos han de viajar al menos una vez en la vida a la meca, cualquier devoto de esa religión llamada fútbol debería pisar en alguna ocasión una cancha argentina. Nosotros ya hemos recibido este sacramento.
Sábado 3 de octubre. 20h. Dos colores: rojo y negro. Ya se escuchan los cánticos antes de acceder a la platea. Son ellos. La Barra Brava de Newells espera escoltada por la policia para acceder al estadio justo en el momento en que se vaya a poner en juego el cuero. 1ª división argentina. El corderito se llama atlético Tucumán, y su hinchada ocupa una esquinita de la cancha, con cordón policial a ambos lados y las gradas contiguas desocupadas. Sobra decir los motivos de tanta seguridad. Demasiados antecendentes.
Salta Tucumán al terreno. Gran pitada. Salta Newells. Pelos de punta. Cuerdas vocales que se tensan hasta peligrar su integridad. Ensordecedor. Comienza el espectáculo. Al poco, Atlético demuestra ser poco rival esta noche para el equipo Rosarino. Llegado el descanso el ambiente se calma un poco. Han sido 45 minutos de cánticos incesantes. Newells ya gana por uno a cero. Tras la reanudación, dos goles más. A 15 minutos del final, la grada popular ya celebra el triunfo. Bengalas y fuegos artificiales. Canciones que profesan la fe en el club, con melodías prestadas de algunas grandes bandas como los Fabulosos. Pitido final. Los de la popular deberán esperar un rato para salir escoltados cuando se desaloje el resto del estadio. Afuera, el mundo parece un lugar tranquilo.

ROSARIO TIENE VIDA. EL PARANÁ.
É
sta es otra ciudad. Nos han dado el cambiazo. Domingo primaveral. Todas las grandes extensiones verdes a orilla del río están abarrotadas. La gente juega al fútbol, despliegan sus picnics sobre la hierba. Los jovencitos toman el mate, en corro. Suena alguna guitarra. En la terraza de la fluvial actúa la Rock and Rule Swing Band, haciéndolo fluir hasta incitar al baile.
Nosotros vamos a cumplir con un deseo que tenemos hace días y que sólo se puede hacer en fin de semana: viajar en barco por el Paraná. Estamos hablando de uno de los ríos más anchos y caudalosos del mundo, así que para estos galleguitos es toda una experiencia. Desde la cubierta vemos como el barquito se va introduciendo por los recovecos entre islas. Alucinante. Hay islas habitadas dentro del río. Un martín pescador planea en sentido contrario a la embarcación, con su lomo verde mirando al cielo. Temperatura primaveral por fin. Pablo y Mariana (los primos de David) ceban el mate y lo pasan. El paseo de esta tarde, según afirma la speaker, corresponde a un trayecto que hace cuatro años no se hacía por el escaso caudal. Maravilloso. La reciente crecida del río nos permite transitar durante dos horas por innumerables recovecos a los que desde hace tiempo sólo se podía acceder en lancha. Las familias descansan al sol. Otras rodean los asadores humeantes. Hay quien navega en piragua, sorteando los camalotes (existen!), y ya de regreso tras virar antes del puente Rosario-Victoria, contemplamos toda la ciudad de Rosario desde su parte norte (La Florida). Al pasar frente a las escalinatas anaranjadas de Parque España, vemos bastante gente sentada. Hay un gran escenario frente a ellos. Ésa es la próxima estación.

BAGLIETTO
U
na hora y media antes de que comience el espectáculo, ya está lleno el graderío. Haciendo equilibrio, conseguimos trepar por una empinada ladera de cesped, y tras una hora de espera, se apagan las luces y sale la banda a escena. Se trata de Juan Carlos Baglietto, uno de los mejores intérpretes rosarinos. Pisa el escenario. Un minuto de silencio por la negra Sosa, que falleció esta mañana. Silencio sepucral. La luna reflejada sobre el río, escapando de la neblina. Alguien hace estallar el aplauso al gritar "Vamos negra!". Primer erizamiento de los cabellos.
Y a partir de aquí, el corazón ya se deja llevar por la embriaguez de los sentidos. Baglietto no es sólo un cantante más que solvente con una banda fabulosa a su merced. Es un exquisito seleccionador de temas para su repertorio. Letras y melodías de ensueño. Destacaremos Príncipe del Manicomio, Canto Versos (del también rosarino Jorge Fandermole) y Luna Tucumana (esta última de Atahualpa Yupanqui), pero sobre todo una de cuyo nombre no somos capaces de acordarnos (porque no la conocíamos y él tampoco lo mencionó) que comenzaba diciendo "Soy el principito del asteroide de tu colchón" y ya en el estribillo "Ese soy yooooo!". Reconozcámoslo. El nudo en la garganta fue más allá, y resbalaron algunas lágrimas. Un disparo al corazón. Certero y preciso. Bravo, Baglietto. Bravo. Ahora sí nos podemos marchar de Rosario. Tu canto será el billete de regreso cada vez que la añoremos.

domingo, 4 de octubre de 2009

Fotogramas rosarinos



Revolotean alrededor de las mesas,
como gorriones tras el almuerzo,
los niños sucios y despeinados
y a la noche,
los cartoneros tras la cena,
rumiando restos
de la gula del progreso
que se sonroja por el vino,
y no por su vergüenza.

Un taxista pelirrojo
sse emociona hasta el cardias
al prescribir con rigor poético
el remedio para su país.
Y no nos cobra la disertación.

Charly, Sabina o Fito.
Bersuit, Los Fabulosos o Silvio,
brotando todos
de gargantas mercenarias
en el Sabina Bar
para deleite de estudiantes
ruidosos y bien parecidos.

Ellos, gastados y enfermos
del mal endémico de su país:
una suerte de simbiosis
entre orgullo y resignación.
Hay un par,
rechonchos y sonrosados,
que vomitan ideales al corear
un estribillo de Baglieto.

Otro, con apariencia
adolescente de serie norteamericana,
escolta a la diosa de la noche,
dichoso y temeroso a la vez,
consciente del papel
secundario y prescindible
que la belleza sin paliativos
de una mujer
otorga a sus ocasionales beneficiarios.

De todas los demás,
decir lo evidente.
Huelga hablar
de su gobierno en retaguardia,
de sus miradas con pie de página
o de la pasarela de moda
en que convierten
sus idas y venidas al baño.

Mientras tanto,
seguimos riendo
desde la última fila
de este extenso patio de butacas.
El show debe continuar.
Los actores siguen dándolo todo.
Hoy nos permiten
incorporarnos al reparto,
en una breve aparición estelar.
Se desentumecen los dedos.
Se afilan los colmillos.
Se escupe la verborrea castellana
y, según el parte policial,
se terminan afiliando
innumerables cómplices
al sindicato de nuestro crimen.

Y en la última estación,
en la periferia de la madrugada,
una autóctona
con ojos de autómata por el neón,
se esfuerza por balbucear algo que,
de todos modos,
no llegaremos a entender.

Rosario. 2-10-09